Arraigadas costumbres y tradiciones hacen de este pueblo un lugar singular y peculiar. Un lugar donde se celebran festividades que no pierden la tradición como la candelaria, donde el fuego toma gran protagonismo así como sus canciones populares o los carnavales, que llenan de color y alegría nuestro pueblo. El rico folclore que ha caracterizado esta población durante los años y que aún se mantiene en tradiciones y canciones transmitidas de generación en generación y que por suerte aún se mantienen hacen de esta tierra un lugar especial donde disfrutar de eventos y festividades tan tradicionales como originales.
En Semana Santa podemos asistir a las tradicionales procesiones, donde la devoción envuelve el sentimiento de los valdepeñeros y los visitantes. Además, podrás asistir a los “Pasos de Semana Santa”, un acto que se ha rescatado de antaño y ahora toma un gran protagonismo en estas festividades, una representación en vivo de los pasajes bíblicos que asombrará a quienes tengan la oportunidad de acudir.
La alegre y colorida Romería en honor al Santísimo Cristo de Chircales. Donde el singular entorno natural y la devoción por el querido cristo hacen de este uno de los días más esperados por los Valdepeñeros y los visitantes. Devoción y alegre festividad se aúnan en un día que nadie debería perderse.
Haz un viaje en el tiempo hasta el siglo XVI, donde las Fiestas Realengas celebradas a mediados de agosto te ofrecen la oportunidad de disfrutar de la gastronomía renacentista, música, teatro, mercados de época, muestras de animales, tiro con arco, juegos populares y una importante feria agroalimentaria. Donde con el mercado popular renacentista como telón de fondo, pasacalles, actos teatrales y musicales, rememoraciones de carácter histórico, romanceros, juglares y danzantes, puesta en escena de juegos populares componen un programa donde los participantes portan atuendos y vestimentas de época muy elaborados.
Y finalmente, para despedir el verano tiene lugar la Feria Grande de Septiembre, donde la música, la diversión y los juegos hacen de esta una de las ferias más llamativas de la región. Una fiesta que gira en torno al Cristo de Chircales, el cual es portado desde su ermita hasta el pueblo en medio de un encuentro tan devocional como emotivo.